Cuando falta la esperanza
La experiencia interior con el Tú trascendente revela al hombre una confianza absoluta en la realidad
¡Cuántas acciones de nuestro prójimo, que nos resultan incomprensibles, tiene su explicación en la falta de esperanza! ¡Cuánta amargura, cuánto desprecio a la vida, cuánta perversión, desenfreno y búsqueda de evasión tienen su origen en la ausencia de esperanza! Expuestos a tantos peligros e incertidumbres, inmersos en una cultura que nos aleja de las fuentes genuinas de la vida, nuestra realidad y nuestras ganas de vivir se contraen grandemente, y por esa contracción todo se distorsiona y nos parece ilusorio aquello que antes otorgaba un sentido a nuestra existencia, hasta tal punto que la desesperación comienza a invadir cada ámbito de nuestra vida cambiando por completo nuestra atmósfera vital.
Con el alma retraída
Según el pensador francés G. Marcel, el hombre voluntariamente puede renunciar al ser en la desesperanza, o puede afirmarse en el ser mediante la esperanza. |
Cuando no tenemos esperanza el horizonte se oscurece frente a nosotros y el alma se retrae en un rincón de nuestro ser dejando de irradiar sobre la realidad su verdad, su luminosidad y alegría. Y así, mientras las cosas a nuestro alrededor se quedan aisladas, mudas y vacías, nosotros nos volvemos ciegos y sordos, y experimentamos profundos sentimientos de soledad, de angustia, de aburrimiento de vivir, y hasta incluso de desesperación. Así,mientras se desmoronan nuestros vínculos con las cosas y los hombres, y perdemos nuestro contacto con el ser profundo y esencial que anima todo lo que hay, nos quedamos sin apoyo de ningún tipo y nuestra vida se vuelve triste, monótona y sin sabor. Por sobre todo, al quedarnos sin esperanza, se diluye ante nosotros todo aquello que otorgaba un sentido a nuestra vida y que nos señalaba una meta trascendente situada más allá de las conmociones y frustraciones en que vivimos.
Voluntad de renuncia
Pareciera que la desesperanza es la expresión más extrema de nuestra falta de vínculos auténticos con todo lo que existe. Es por eso que Gabriel Marcel afirma que la desesperación es una dimensión humana que está anclada en la libertad del hombre y en la íntima conexión de éste con toda la realidad y con lo Absoluto. Dicho de otra manera, según el pensador francés, el hombre voluntariamente puede renunciar al ser en la desesperanza, o puede afirmarse en el ser mediante la esperanza. Más la verdadera esperanza -aclara- no se refiere a alguna cosa que se espera en particular, sino a una esperanza total, es decir, a una confianza absoluta en la vida. Por lo que el estar esperanzado no es un accesorio o algo circunstancial en la vida humana, sino aquello por lo que nos mantenemos en la confianza y en la seguridad de un íntimo acuerdo entre la realidad y su principio último.
Una opción libre
Para Marcel la verdadera esperanza se identifica con la certeza de que la vida sobrevivirá definitivamente a los ataques corrosivos del no-ser. Sin embargo, para nosotros lo Absoluto no es una forma indefinida o abstracta, sino "una persona divina" con quien el hombre es capaz de entablar una íntima relación. La experiencia interior con el Tú trascendente le revela , entonces, al hombre una esperanza absoluta en el universo, en los hombres y en el devenir humano. Sólo desde este punto de vista cabe entender el insondable misterio de la esperanza humana. Y de esta manera, la esperanza se revela como una opción libre del hombre anclada en su comunicación con el Fundamento del universo, en quien reposan definitivamente la armonía y la razón de la realidad.
Ana María Carelli - CH 2008
A misa, en familia
De acuerdo a un estudio, si los padres van a la iglesia, los niños se desarrollan mejor.
John Bartkowski, sociólogo de la Universidad Estatal de Mississippi, ha dirigido un estudio sobre los efectos de la religión en el desarrollo de los niños. Al momento de leer la fuente desde la cual escribo estas líneas, el estudio se estaría por publicar en la revista "Social Science Research", que cita a LiveScience.com.
Se habló con padres y profesores de más de 16.000 niños para calificar el auto control, el comportamiento y la cooperación con otros niños. Después se evaluó con qué frecuencia los padres iban a la iglesia, hablaban de religión con sus hijos o discutían por temas religiosos en casa.
Los niños cuyos padres asistían a la iglesia con frecuencia tenían las mejores puntuaciones en auto control, comportamiento y cooperación con sus iguales.
Tres posibles razones para estos resultados
1) Las redes religiosas de relación social apoyan a los padres, mejoran sus habilidades como padres, y los niños ven que los mensajes paternos son reforzados por otros adultos.
2) Las comunidades religiosas tienden a promover valores de sacrificio y familia que "podrían ser muy, muy importantes al definir cómo los padres se relacionan con los hijos y cómo los niños se desarrollan como respuesta".
3) Las comunidades religiosas aportan al ser padre una significación sacra.
El estudio comprobó que si los padres discuten en casa por razones religiosas perjudica a los hijos, que no se benefician de los resultados estadísticos positivos de otros niños.
El estudio tiene además algunas limitaciones que reconoce el propio investigador: no se distingue entre denominaciones ni religiones (no sabemos si los niños judíos o pentecostales se comportan mejor que los católicos o los evangélicos liberales, por ejemplo).
También es posible que los padres con niños buenos puedan ser ambos asiduos a la práctica religiosa precisamente porque sus niños se comportan bien; mientras que "el culto es una congregación es una opción menos viable si piensan que sus hijos se comportan pobremente", reflexiona Bartowski. (De ForumLibertas.com)(20-01-2012)
De vacaciones con los nietos
Los paseos largos fortalecen la relación con los nietos. Algunos consejos servirán de ayuda para que sean satisfactorios.
Muchos de nosotros ya hemos viajado con nuestros propios hijos y nietos para celebrar determinados acontecimientos o reuniones familiares. Sin embargo, cuando se trata de salir de vacaciones sólo con los nietos, es decir sin sus padres, el comportamiento de los más bajitos es muy diferente.
En efecto, la sensación de no sentirse controlados o reprimidos por sus padres pueden hacer que su personalidad cambie completamente. Sin embargo, como abuelos, es posible que podamos sobrellevar esto y convertirnos en sus nuevos guías, logrando que todos sus gimoteos, rabietas y caprichos se acaben rápidamente. Aunque esta no es una tarea sencilla.
Experiencia novedosa
Actualmente, con las distancias y los tiempos del mundo moderno, tener que convivir en un viaje con nuestros propios nietos puede ser una experiencia totalmente novedosa, desde el momento en que los vemos pocas veces al año.
Por supuesto hay que tener en cuenta que si bien cuando los hijos eran chicos podíamos hacer ciertas cosas, ahora sabemos que no podemos ser tan enérgicos como con ellos en el cuidad de los nietos: por ejemplo, deberíamos casi olvidarnos de hacer largas caminatas o nadar con ellos, así como también de muchas siestas.
Aunque la mayoría de los expertos recomiendan comenzar con tales viajes cuando los chicos tienen ocho o nueve años, hay varios casos de abuelos que incluso llevaron a sus nietos de tres años. Claro, ellos los conocían muy bien y tenían una relación muy cercana, por lo que sabían cómo manejarse sin sus padres.
Con los nietos a solas
A continuación, ofrecemos algunos consejos sobre cómo manejarse con los chicos y sin sus padres sin "morir" en el intento:
* Primero realice viajes cortos a museos o parques zoológicos cercanos, junto con almuerzos en un restaurante o local de fast-food .
* Recuerde que los chicos necesitan un cierto tiempo para pasar con sus pares o en lugares donde puedan manejarse solos.
* Sepa si al niño le gusta manejarse solo e independientemente, o prefiere por el contrario se controlado y tener un programa más estructurados.
* Al visitar parques temáticos, le convendría (si está a su alcance) pagar el cargo adicional por poder pernoctar en los cuartos que allí se alquilan, o en algunos cercanos, para dar a los niños la posibilidad de nadar en la pileta del hotel.
* Si sabe que en algún lugar deberán estar parados durante mucho tiempo bajo el sol, sin ningún intervalo, considere que todos podrán ponerse irritables, por lo que lo mejor es directamente no concurrir a esos sitios.
* Además de los medicamentos específicos que su nieto necesite, lleve un permiso escrito de sus hijos para poder actuar en caso de emergencias médicas.
* En el caso de que los padres estén separados y sólo uno de ellos tenga la custodia, debería llevar una carta que lo autorice a realizar el recorrido junto a su nieto.
* Para los paseos en auto o colectivo, no se olvide de llevar su teléfono celular por cualquier emergencia; esto le dará una mayor seguridad.
* No se olvide de llevar elementos para entretener a sus nietos, como por ejemplo una muñeca o una manta preferida, autitos, libros y juegos, o un pequeño velador por si el chico suele dormir con luz, etc.
* Considere (de acuerdo a la edad) la posibilidad de que su nieto participe en la planificación del viaje, así como en armar y guardar un diario de viaje, tomar fotos, aprovisionarse de comestibles, etc.
* Para evitar sentimientos de nostalgia, permita que sus nietos llamen a su casa todas las veces que considere necesario, de modo que puedan sentir que siguen en constante conexión con sus padres.
Confíe en estas sugerencia, y vea cuán satisfactorio resultará el viaje que está planeado. Luego, durante todo el año, le llamarán por teléfono con una única pregunta: "Abuelito ...¿cuándo volvemos a irnos de vacaciones?"
(17-01-2012)