San Francisco de Sales
Nacimiento: en Sales, Saboya, 21 de agosto de 1567. Muerte: 28 de diciembre de 1622, en Lyon, Francia. Fiesta: 24 de enero.
Como no empeorar un problema
El pecado hace que no seamos dueños de nosotros mismos y nos daña en toda ocasión.
"La inquietud es el mayor mal que puede sobrevenir a un alma, fuera del pecado; porque, así como las sediciones y revueltas intestinas de una nación la arruinan enteramente e impiden que pueda resistir al extranjero, de la misma manera nuestro corazón, cuando está interiormente perturbado e inquieto, pierde la fuerza para conservar las virtudes que había adquirido, y también la manera de resistir las tentaciones del enemigo, el cual hace entonces toda clase de esfuerzos para pesar a río revuelto, como suele decirse.
La inquietud proviene del deseo desordenado de librarse del mal que se siente o de adquirir el bien que se espera, y, sin embargo, nada hay que empeore más el mal y que aleje tanto el bien como la inquietud y el ansia. Los pájaros quedan prisioneros en las redes y las trampas porque, al verse agarrados en ellas, comienzan a agitarse y revolverse convulsivamente para poder salir, lo cual es causa de que a cada momento, se enreden más. Luego, cuando te apremie el deseo de verte libre de algún mal o de poseer algún bien, ante todo es menester procurar el reposo y la tranquilidad del espíritu y el sosiego del entendimiento y de la voluntad, y después, suave y dulcemente, perseguir el logro de los deseos, empleando, con orden, los medios convenientes; y cuando digo suavemente, no quiero decir con negligencia, sino con precipitación, turbación e inquietud; de lo contrario, en lugar de conseguir el objeto de tus deseos, lo echarás todo a perder y te enredarás cada vez más.
'Mi alma -decía David- siempre está puesta, ¡oh Señor!, en mis manos, y no puedo olvidar tu santa ley". Examina, pues, una vez al día a lo menos, o por la noche y por la mañana, si tienes tu alma en tus manos, o si alguna pasión o inquietud te la ha robado: considera si tienes tu corazón bajo tu dominio, o bien si ha ido de tus manos, para enredarse en alguna pasión desordenada de amor, de aborrecimiento, de envidia, de deseo, de temor, de enojo, de alegría."
San Doroteo de Gaza
Nacimiento: en Palestina a fines del siglo VI. Muerte: a principios del siglo VII. Fiesta: 28 de marzo.
Saca tu viga primero
Fijarse en la pajita ajena es signo grave de malestar o de enfermedad interior.
"Nada irrita más a Dios, nada despoja más al hombre y los conduce al abandono, que el hecho de criticar al prójimo, de juzgarlo o maldecirlo.
Porque criticar, juzgar y despreciar son cosas diferentes. Criticar es decir de alguien: tal ha mentido o se ha encolerizado, o ha fornicado u otra cosa semejante (...).
Juzgar es decir: tal es mentiroso, colérico o fornicador. Aquí juzgamos la disposición misma de su alma y nos pronunciamos sobre su vida entera al decir que es así y lo juzgamos como tal. Y es cosa grave. Porque una cosa es decir: se ha encolerizado, y otra: es colérico, pronunciándose así sobre su vida entera. Juzgar sobrepasa en gravedad todo pecado, a tal punto que Cristo misma ha dicho: 'Hipócrita, sácate primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver claro para sacar la paja del ojo de tu hermano (Lc. 6,42).
Ha comparado la falta del prójimo a una paja, y el juzgar, a una viga; así de grave es juzgar, más grave quizá que cualquier otros pecado que podamos cometer. El fariseo que oraba y agradecía a Dios por sus buenas acciones no mentía, decía la verdad; no es por eso por lo que fue condenado. En efecto, debemos dar gracias a Dios por cualquier bien que podamos realizar, puesto que lo hacemos con su asistencia y su ayuda. Luego, no fue condenado por haber dicho: No soy como los otros hombres (Lc. 18,11). No, fue condenado cuando, vuelto hacia el publicano, agregó: ni como ese publicano. Entonces fue gravemente culpable, porque juzgaba a la persona misma de ese publicano, la disposición misma de su alma, en una palabra la vida entera".
San Francisco de Sales
Nacimiento: 21 de agosto de 1567, en Saboya. Muerte: 28 de diciembre de 1622, en Lyon. Fiesta: 24 de enero.
Tristes honores
Cuando el hombre pone su felicidad en la vanagloria, es porque no se aprecia a sí mismo.
"Pide prestado -dijo Eliseo a una pobre viuda- y toma muchas jarras vacías y llénalas de aceite". Para recibir la gracia de Dios en nuestros corazones es necesario tenerlos vacíos de nuestra propia gloria. El cernícalo (ave de rapiña), chillando y mirando a las aves de rapiña, las espanta, por una propiedad secreta que tiene; por esto las palomas lo aprecian más que a todas las otras aves y se siente seguras cerca de él. Así la humildad ahuyenta a Satanás, y, por esto, todos los santos, y, particularmente el Rey de los santos y su Madre, siempre han honrado y amado esta virtud más que ninguna otra entre todas las virtudes morales.
La alcurnia de familia, el favor de los magnates y la popularidad son cosas que no están en nosotros, sino en nuestros antepasados. Algunos se muestran orgullosos y arrogantes, porque cabalgan sobre un bravo corcel, o porque llevan un penacho de plumas en su sombrero, o porque visten lujosamente; pero ¿quién no ve que esto es una locura? Porque, si en estas cosas hay gloria, ésta pertenece al caballo, al ave o al sastre; y ¡qué poca cosa es besar la estima en un caballo, en unas plumas o en unos adornos! Otros presumen por unos bigotes muy afilados, por una barba bien cortada, por unos cabellos ondulados, porque tienen las manos finas, porque saben bailar, jugar y cantar; pero ¿no es pobreza de carácter el querer aumentar el propio valer y acrecentar la propia reputación con cosas tan frívolas y vanas? Otros, por un poco de ciencia que poseen, quieren ser honrados y respetados de todos, como si todos hubiesen de ir a su escuela y tenerlos por maestros; por esto los llaman pedantes. Otros se pavonean a causa de su hermosura, y creen que todo el mundo les hace la corte. Todo esto es extremadamente vano, necio e impertinente, y la gloria, que estas cosas tan frívolas reportan, se llama vana, estúpida, frívola".
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