En Inglaterra y España los embarazos y abortos de las menores de 20 años confirman que el fácil acceso a los anticonceptivos ha ido de la mano del aumento de abortos.
"El aborto se dispara" se ha convertido ya en un titular tradicional cada vez que el Ministerio de Sanidad español publica las cifras anuales. En 2006, España sobrepasó la barrera de los 100 mil abortos cometidos bajo supuesto legal (y declarados, pues las últimas investigaciones sobre abortos irregulares indican que algunas clínicas no declaran todos los que hacen). El total de 101.592 supuso en el 2007 un aumento del 10,8% con respecto al año anterior. Como en 2006 hubo 481.102 nacimientos, resulta que más de uno de cada seis embarazos se frustra por el aborto provocado.
Entre la lluvia de sombríos datos, destacan los referidos a la gente joven. Abortaron casi 40 mil menores de 25 años. Y 14 mil de ellas tenían menos de 20 años. El 12% de éstas, 1.679, ya había abortado al menos otra vez. Y estos números no dejan de aumentar a pesar del fácil acceso a la anti concepción.
Desde que en España se introdujo la píldora del día siguiente el número de unidades distribuidas en hospitales y farmacias pasó de 160 mil en 2001 a 506 mil en 2005. Al mismo tiempo, el número de abortos creció un 45%, y los practicados en menores de 19 años han seguido aumentando hasta alcanzar el 13,7% del total en 2006.
Los que no plantean más remedio que la anti concepción vuelven a repetir que falta educación sexual y que hay que facilitar el acceso a los anticonceptivos, especialmente la píldora del día siguiente. Estas propuestas demuestran que hay quien se empeña en ir, cuando otros ya están de vuelta, como Inglaterra, cuya ley del aborto data de 1967, y que tuvo 193.700 abortos en 2006.
Cada día, 20 menores de 16 años quedan embarazadas en Inglaterra y Gales.Según datos de 2005 -los últimos que nosotros tenemos disponibles al momento de transcribir esta nota-, el total era un 4% más que el año anterior. Casi 50 mil menores de 18 años engendran cada año. Son cifras que se conocían en términos globales, pero en un informe del Sistema Nacional de Salud desglosa y analiza ahora con sombrías conclusiones. Por primera vez, miembros del gobierno laborista tuvieron que reconocer oficialmente el fracaso del programa de educación sexual emprendido en 1999.
La iniciativa, en la que se han gastado 150 millones de libras (200 millones de euros), buscaba reducir los embarazos de adolescentes a la mitad en 2010. La campaña se basaba en facilitar el acceso a la anti concepción y a la píldora del día siguiente, incluso sin consentimiento paterno. Hasta ahora sólo una enfermera en la escuela las podía ofrecer en esas condiciones, pero el Gobierno quiere ir más allá y que los menores de 16 puedan acceder a ellas también en las farmacias.
Los datos muestran que "la pobreza, los índices de rupturas familiares y la religión parecen tener más efecto en la tasa de embarazos adolescentes que políticas más directas como la educación sexual o el fácil acceso a la planificación familiar", según David Paton, economista de la Nottingham University Bussiness School, citado por "Daily Telegraph". Paton cree que "ahora hay una aplastante evidencia" de que las políticas del Gobierno "sencillamente no son efectivas para frenar" los embarazos adolescentes. (Fuente: Acepresa)