viernes, 6 de junio de 2014

Molesta la presencia de la Iglesia Católica en la ONU

Comentarista español denuncia una campaña mundial que busca echar al Vaticano de las Naciones Unidas para declarar más fácilmente el aborto como "derecho humano".


En un artículo escrito para el portal Análisis Digital, el comentarista Francisco Rodríguez Barragán, licenciado en Geografía, Historia y Derecho, denunció que se reanudó la campaña mundial para echar al Vaticano de la ONU porque, dicen, si la Santa Sede no estuviera presente allí el aborto sería declarado más fácilmente un derecho humano en sus documentos y la familia sería redefinida de acuerdo con la ideología de género y el proyecto de nueva ética mundial, que los “expertos” poco a poco van introduciendo mediante la manipulación del lenguaje que llama, por ejemplo, salud sexual y reproductiva a la anticoncepción y el aborto.

Un comité de la ONU, después de interrogar a la Iglesia durante ocho horas el mes de febrero, publicó el 3 de marzo su recomendación a la Iglesia Católica de que deje a los niños tener relaciones sexuales y que cambie sus enseñanzas sobre la anticoncepción, ordenándole que modifique sus enseñanzas sobre el aborto, permitiendo incluso el aborto de las menores, culpándola además de la violencia contra los homosexuales, expresó Francisco Rodríguez Barragán, licenciado en Geografía, Historia y Derecho, en un artículo escrito para el portal Análisis Digital. 

Este -afirmó el comentarista- es uno más de los ataques de la ONU, y la maraña de sus comités, a la Iglesia Católica. Una agrupación muy activa a favor del aborto que curiosamente se denomina Católicas por el derecho a decidir ─Catholics for Choise─ reanudó su campaña mundial para echar al Vaticano de la Asamblea General de la ONU, reduciéndola a una simple ONG. La Iglesia es el obstáculo para el mundo que sueñan estos iluminados. 

El citado comité de la ONU también informó de que un delegado de Noruega se queja habitualmente en las reuniones de la ONU, de que la Santa Sede tenga un lugar en la mesa. Si la Iglesia no estuviera presente allí el aborto sería declarado más fácilmente un derecho humano en sus documentos y la familia sería redefinida de acuerdo con la ideología de género y el proyecto de nueva ética mundial, que los “expertos” poco a poco van introduciendo mediante la manipulación del lenguaje que llama, por ejemplo, salud sexual y reproductiva a la anticoncepción y el aborto. 

Estos expertos -dice Rodríguez Barragán-, sostenidos generosamente por ciertas industrias farmacéuticas, presentes en los entresijos de esa mastodóntica organización, consiguieron supeditar las ayudas a determinados países a que reduzcan su población por todos los medios, pues consideran como su deber aligerar de personas al planeta. 

La organización Planned Parenthood –planificación familiar- recientemente alabada y bendecida por Obama, es la más influyente en la labor de conseguir que todos los Estados legalicen y faciliten los anticonceptivos, el aborto y las uniones homosexuales, como medios de reducir la población. 

Frente a estas poderosas presiones y manipulaciones que tienen lugar en la ONU, solo la Santa Sede resiste, aunque su resistencia es cada vez más difícil en un mundo cada vez más paganizado. 

Rodríguez Barragán reveló que recibe estas noticias del Instituto de Familia Católica y Derechos Humanos ─Catholic Family & Human Rights Institute─, que el pasado 31 de enero pasado consiguió, después de 16 años de lucha, que se le otorgue el rango de carácter consultivo especial que le permite el acceso al sistema de la ONU como Organización No Gubernamental (ONG), incluso a las conferencias donde se negocian documentos. 

Este Instituto facilita a través de su página Friday Fax información de los avatares que se producen en la ONU respecto a las cuestiones relativas a la vida y la familia y a las tensiones entre los llamados expertos y los representantes de los países. 

No sé -dice el comentarista- si la ONU ayuda a resolver los problemas económicos y militares en este mundo globalizado, pero lo que hace con bastante eficacia es manipular, desde sus conferencias y sus expertos, para conseguir que los Estados miembros vayan legislando de acuerdo con sus ideologías: ecologismo, reducción de la población, calentamiento global, biodiversidad, libertad sexual y sexualidad a la carta, eliminación de la moral de cualquier religión, etc. 

Creo -concluye la nota- que debemos prestar más atención a lo que se cuece en la ONU porque sus ideas y consignas terminan aplicándolas los gobernantes.

lunes, 19 de mayo de 2014

"El Papa es feliz"

'Francisco sabe que las relaciones avanzan si se habla desde el corazón'

El antiguo portavoz del cardenal Bergoglio entrevistado en el Osservatore Romano.

Ciudad del Vaticano,  (Zenit.orgRedacción 

Guillermo Marcó fue durante ocho años el portavoz y el brazo derecho de Jorge Mario Bergoglio, cuando era arzobispo de la diócesis de Buenos Aires. El actual director de la pastoral universitaria del arzobispado de la capital argentina cuenta algunos detalles sobre el pontificado del Papa Francisco y su contacto con el Santo Padre en un entrevista al Osservatore Romano.
En la entrevista habla de la última vez que vio al papa Francisco, el pasado 27 de febrero en la residencia de Santa Marta, al volver del viaje que le llevó a Tierra Santa con una delegación de 45 personas para preparar el viaje del Santo Padre. 
Por esto nos reuníamos con personalidades del centro islámico, pero también con la delegación de las asociaciones israelitas argentinas. El objetivo de Bergoglio era el de realizar acciones conjuntas, y no tanto para discutir de teología. El papa Francisco sabe bien que las relaciones se empantanan si se discute de política o de teología y avanzan si se habla desde el corazón. Será esta su premisa para el viaje a Tierra Santa", explica Guillermo en la entrevista."Ya en Buenos Aires nos preocupábamos de conocer gente de otras religiones.
Sobre su encuentro personal con Francisco, su antiguo portavoz cuenta que "es feliz. No consigue creer todo lo que está haciendo. Es verdad que está sorprendido por las repercusiones que tienen cada una de sus acciones, tan comunes, como por ejemplo subir al avión con un maletín". Asimismo afirma que sigue siendo la misma persona, "cuando sales, él te espera en la puerta; busca una bolsa para darme las cosas, me acompaña."
Guillermo también explica cómo es un día normal del Santo Padre. "Se despierta a las cuatro y media de la mañana, se prepara, reza hasta las siete en Santa Marta y después celebra la misa. Luego desayuna y recibe en audiencia en el Palacio Apostólico hasta el medio día. La tarde la pasa en Santa Marta, hasta las nueve, cuando se va a dormir", cuenta Marcó. 
También añade que "en su habitación hay un estudio y un baño. No usa ordenador, solo una máquina de escribir. Comenta bromeando que los argentinos le hacen una especia de corralito porque no paran de pedirle audiencias. Me parece que en el Vaticano están sorprendidos de su capacidad de trabajo. Recuerdo una frase que me dijo antes de irse: "No he perdido nunca la paz".
Hablando sobre los cambios y las prioridades del Santo Padre, Guillermo explica que "está insistiendo mucho sobre el tema de la misericordia, que de hecho está en su lema episcopal. No pretende cambiar la doctrina, es un hombre conservador, pero cambiará los modos de acercarse a un problema. La condena de por sí no sirve, es necesario acercarse a la gente sin ser demasiado rígidos ni permisivos".
En la entrevista le preguntan si el Santo Padre le ha relevado haber percibido una cierta reticencia por parte de algunos sectores hacia los cambios iniciados, a lo que el antiguo portavoz del cardenal Bergoglio observa que "el Papa es el máximo poder dentro de la Iglesia, es una persona que tiene autoridad y sabe como imponerla. En efecto, lo que está haciendo ahora lo hizo ya durante su paso en el arzobispado de Buenos Aires", y matiza "iniciativas como el hacer verificaciones contables a través de compañías extranjeras o el centralizar la economía". 
Recordando lo que Francisco dijo a los nuevos cardenales en el consistorio de febrero "no sois príncipes, sino servidores", Guillermo indica que "este Papa está marcando el final de la corte pontificia".
Finalmente, concluye la entrevista contando una anécdota del pasado 29 de enero, día de su cumpleaños, "sonó el móvil y aparecía un número desconocido. Respondí y su voz inconfundible me dijo: "¿está el festejado?"

sábado, 26 de abril de 2014

La única entrevista del emérito

Solamente conmotivo de hablar de su amigo Juan Pablo II en circunstancias de su cononizacion, Benedicto XVI rompió su silencio autoimpuesto en una entrevista con el peridista polaco Wlodzimierz Rezioch.

El Papa teólogo naturalmente es el más capacitado para hacer apreciaciones sobre las elaboraciones intelectuales de San Juan Pablo II, veamos cuáles y también conozcamos otras facetas de la personalidad del nuevo santo.

Espiritualidad del Papa polaco

"La espiritualidad del Papa se caracterizaba sobre todo por la intensidad de su oración y, por tanto, está profundamente arraigada en la celebración de la Santa Eucaristía y hecha junto a toda la Iglesia con la recitación del Breviario.
En su libro autobiográfico Don y Misterio se puede ver cuánto el sacramento del sacerdocio ha determinado su vida y su pensamiento. Así su devoción no podía nunca ser puramente individual, sino que estaba siempre llena de preocupación por la Iglesia y por los hombres. Todos hemos conocido su gran amor por la Madre de Dios. Donarse por entero a María significó ser, con ella, todo para el Señor.

La fama de santidad de Wojtyla en vida

Que Juan Pablo II fuera un santo, en los años de colaboración con él me ha parecido cada vez más claro. Sobre todo hay que tener en cuenta naturalmente su intensa relación con Dios, su estar inmerso en la comunión con el Señor, de la que acabo de hablar. De aquí venía su alegría, en medio de las grandes fatigas que debía pasar y la valentía con la cual cumplió su tarea en un tiempo realmente difícil. Juan Pablo II no pedía aplausos, ni miró nunca alrededor preocupado por cómo sería acogidas sus decisiones. Él ha actuado a partir de su fe y sus convicciones y estaba preparado también para sufrir los golpes.
La valentía a la verdad es a mis ojos un criterio de primer orden de la santidad. Sólo a partir de su relación con Dios es posible entender también su incansable compromiso pastoral. Se posicionó con una radicalidad que no puede ser explicad de otro modo.
Su compromiso fue incansable, y no solo en los grandes viajes, cuyos programas estaban cargados de encuentros, desde el inicio hasta el final, sino también día tras día, a partir de la misa matutina hasta la noche tarde. Durante su primera visita a Alemania (1980), por primera vez tuve una experiencia muy concreta de este enorme compromiso, Para su estancia en Munich, decidió que debía tomarse una pausa más larga a medio día. Durante ese intervalo me llamó a su habitación. Le encontré recitando el Breviario y le dije: "Santo Padre, debe descansar"; y él contestó: "puedo hacerlo en el cielo".
Solo quien está lleno profundamente de la urgencia de su misión puede actuar así. Pero debo honrar también su extraordinaria bondad y comprensión. A menudo habría tenido motivos suficientes para culparme o poner fin a mi encargo como prefecto. Y aún así me sostuvo con una fidelidad y una bondad absolutamente incomprensibles.
También aquí quisiera poner un ejemplo. Frente a la tormenta que se había creado en trono a la declaración Dominus Iesus me dijo que durante el ángelus pretendía defender sin equívoco el documento. Me invitó a escribir un texto que fuera, por así decirlo, hermético y no permitiera ninguna interpretación diversa. Debía emerger de forma del todo inequívoca que él aprobaba el documento incondicionalmente. Por tanto, preparé un breve discurso; no pretendía, sin embargo, ser demasiado brusco y así intenté expresarme con claridad pero sin dureza. Después de haberlo leído, el Papa me preguntó otra vez: "¿Es realmente suficientemente claro?" Yo respondí que sí. Quien conoce a los teólogos no se asombrará del hecho de que, sin embargo, después hubo quien mantuvo que el Papa había prudentemente tomado distancia del texto.

La última frase

Mi recuerdo de Juan Pablo II está lleno de gratitud. No podía y no debía intentar imitarlo, pero he intentado llevar adelante su herencia y su tarea lo mejor que he podido. Y por eso estoy seguro de que todavía hoy su bondad me acompaña y su bondad me protege.

Encíclicas

Creo que son tres las encíclicas de particular importancia. En primer lugar, quisiera mencionar la Redemptor Hominis, la primera encíclica del Papa, en que ha ofrecido su síntesis personal de la fe cristiana. En segundo lugar, la encíclica Redemptoris Missio. Por último cabe citar la encíclica sobre problemas morales Veritatis Splendor
La Constitución del Vaticano II sobre la Iglesia en el mundo contemporáneo, frente a la orientación de la época, prevalentemente iusnaturalista de la Teología moral, quería que la doctrina  católica sobre la figura de Jesús y su mensaje tuviera fundamente bíblico. Esto se intentó a través de indicaciones durante un breve período, después se fue afirmando la opinión que la Biblia no tenía moral propia para anunciar, pero se dirigía a los modelos morales en ocasiones válidos. La moral es cuestión de razón, se decía, no de fe.

Presupuestos antropológicos
Desapareció así por una parte, la moral entendida en sentido de la ley natural, pero en su lugar no se afirmaba ninguna concepción cristiana. Y como no se podía reconocer ni un fundamente metafísico ni uno cristológico de la moral, se recurrió a soluciones pragmáticas: a una moral, se recurrió a soluciones pragmáticas: a una moral fundada sobre el equilibrio de bienes, en la cual no existe ya lo que es realmente mal y lo que es realmente bien, sino sólo lo que, del punto de vista de eficacia, es mejor o peor.
La gran tarea que el Papa tuvo en esta encíclica Veritatis Splendor, fue dibujar nuevamente un fundamento metafísico en la antropología, como también una concretización cristiana en la nueva imagen de hombre de la Sagrada Escritura. Estudiar y asimilar esta encíclica representa un importante y gran deber.
De gran significado es también la encíclica Fides et ratio. Por último, es absolutamente necesario mencionar la Evangelium Vitae, que desarrolla uno de los temas fundamentales de todo el pontificado de Juan Pablo II: la dignidad intangible de la vida humana, desde el primer instante de la concepción". 





Dos San Juan más

La personalidad del nuevo santo es descollante: huérfano, artista, deportista, poeta, escritor. Su porte, su voz, nada tenían que envidiar a ningún actor. Como eclesiástico, y más prec
isamente como Papa, hizo obras importantes: el catecismo, el nuevo código, numerosos viajes, jornadas mundiales, años santos, detalles como los nuevos ministerios del rosario, mediación entre Argentina y Chile para evitar una guerra, un rol protagónico en la caída del muro, hacen que su extenso pontificado merezca el calificativo de magno.
Sus numerosas, numerosísimas canonizaciones y beatificaciones fueron los "contraviajes", pues así como él iba en sus viajes a visitar el mundo, en estas impresionantes ceremonias, como la del Padre Pío, el mundo iba a Roma. Su figura está ligada también a la Virgen de Fátima sobre todo por el atentado que sufrió. Otro legado a destacar es la devoción a Jesús Misericordioso. Su acción pastoral se caracterizó por el incentivo de los movimientos laicales, toda una suerte de Nuevo Pentecostés para estos tiempos cada vez más difíciles. Una gran coincidencia: el año de su muerte se fueron también Sor Lucía, Giusanni y Chiara Lubich, que murió después. Dicho sea de paso la desaparición de madre Teresa marca la ausencia de grandes personajes eclesiales compensadas, hoy por hoy, por el fenómeno Francisco.
Es cierto que alguien podría haber hecho todo lo que hemos consignado en Juan Pablo II sin ser santo, aunque por cierto no fácilmente ¿Cómo advertimos detrás de toda esta enormidad de actos la santidad del Papa polaco? Ayuda mucho el analizar su reacción inmediata apenas recuperó la conciencia tras el atentado ¿Qué es lo primero que preguntó? Muy sencillamente le dijo a su secretario privado hoy cardenal de Cracovia ¿ya he rezado el Breviario? (son los rezos obligatorios, los salmos para cada jornada sacerdotal). El primado de Dios en su vida queda así lo suficientemente expuesto. Las personas más próximas lo recuerdan por su capacidad de profunda y ferviente oración en las variadas y difíciles circunstancias con una increíble capacidad de conexión en los más disimiles escenarios.
El cardenal Dziwisz, que fue su secretario, afirmó en el Sínodo sobre la Evangelización que el gran legado de Juan Pablo II es la devoción a Jesús Misericordioso. No en balde su iniciadora dijo: "de Polonia saldrá la chispa que preparará al mundo para la segunda venida", y se trataba del nuevo santo, santa Faustina, y Jesús Misericordioso. La providencia dispuso que muriese, fuese beatificado y ahora canonizado en esta fiesta móvil de la Divina Misericordia.
La opera magna del otro papa Juan Santo fue la convocatoria al concilio y también tuvo una figura y
personalidad carismáticas. De su santidad, se sabe que siempre fue un ordenado y prolijo seminarista aun como cura, cardenal y Papa, escribía día a día su diario espiritual "historia de un alma" donde se pueden descubrir los rasgos de su estrecha unión con Dios. El consejo de "hazte amar" que dio Don Bosco a su sucesor, el ahora Beato Miguel Rua, lo cumplió a la perfección el Papa del concilio, pues fue tan amado que todos lo recuerdan con el mote de "El bueno".
Tener los cuatro papas juntos, el actual, el emérito, los dos nuevos santos será una jornada de gloria sin precedentes para la Iglesia y difícilmente podrá tener imitación. No dejemos de regocijarnos desde lo más profundo de nuestro ser y pidamos que sea una verdadera oportunidad de gracia para todos nosotros, la Iglesia y el mundo entero.

miércoles, 9 de abril de 2014

El Padre de la Europa Católica

¿Por qué Carlomagno y un monje, Alcuin de York, son los padres políticos de la Europa católica?


Don Joaquín JAVALOYS

Joaquín Javaloys. Y en España el escritor Joaquín Javaloys, economista de Estado, antiguo concejal del ayuntamiento de Madrid y autor entre otros libros de dosbestseller de investigación o narración históricas (El origen judío de las monarquías europeas y Yo, Juan de Austria) y de un auténtico hit en la red (casi quince mil descargas), El ocaso de las autonomías, acaba de publicar una documentada y amenísima biografía del primer César Carlos: Carlomagno. El carismático fundador de Europa (Galland Books).

Si Europa significa algo más que un mercado único y una moneda común, se debe a un hombre que tuvo una idea clara de su misión política y de su intrínseco sentido cristiano.

Cuando le preguntamos qué sentido tiene hablar hoy de alguien que murió hace doce siglos, la respuesta es clara y doblemente comprometida: "Es importante porque en la desnortada Unión Europea (que no es lo mismo que Europa) de hoy, donde ejercen el poder mediocres burócratas carentes de valores y, a veces, de ideas, hacen falta hombres de Estado como Carlomagno, quien aplicó un dinámico denominador común -el cristianismo- que fue capaz de unir secularmente a todos los pueblos de Europa occidental".


Si Europa significa algo más que un mercado único y una moneda común, se debe a un hombre que tuvo una idea clara de su misión política y de su intrínseco sentido cristiano.

Y personalmente, ¿era un hombre religioso?
Como ha relatado su cronista Eginhard, mientras su salud se lo permitió, acudía regularmente a la iglesia por la mañana y por la tarde y también asistía a los oficios nocturnos y a la misa. Se entregó con gran dedicación a socorrer a los pobres y a hacer donaciones desinteresadas, y no sólo se preocupó de hacerlo en su patria y en su reino, sino que también solía enviar dinero a las tierras allende el mar: a Siria, Egipto, África, Jerusalén, Alejandría y Cartago, donde sabía que los cristianos vivían en la pobreza, lo que movía su compasión por ellos.

Pero repudió a dos esposas...
Carlomagno, como la sociedad de su tiempo, tenía una concepción laxa del matrimonio, pues entonces existía el divorcio por simple repudio, que él ejerció con su esposa la reina Desiderata de Lombardía. También era muy corriente el uso de una especie de “matrimonio”, de tradición germánica: el friedelehen, no aceptado por la Iglesia romana, que es el que empleó el rey de los francos en su unión con Himiltrude, a la que posteriormente repudió para casarse con la reina Desiderata en matrimonio cristiano. En esa época era frecuente que los reyes o los magnates tuviesen una esposa legítima de acuerdo con el rito cristiano y otra mujer esposada en friedeleheno como simple concubina.

¿Es cierto que Carlomagno ha sido venerado como santo?
Lo fue en algunos territorios del Sacro Imperio Romano, lo que fue aprovechado por el emperador Federico Barbarroja en el siglo XII, cuando estaba enfrentado al papa Alejandro III, para promover la canonización de Carlomagno en 1165 por el antipapa Pascal III. La canonización de Carlomagno fue sospechosa para la Iglesia católica romana debido a que fue aprobada por dicho antipapa, considerándola una operación de propaganda política imperial. Sin embargo, en el Sacro Imperio Romano Germánico nadie discutió esa canonización, y el culto del emperador franco se extendió por Centroeuropa e incluso se practicó en España en la ciudad de Gerona, sin que la Santa Sede se opusiera.

Pero ¿ha sido formalmente beatificado?
En el siglo XVIII el papa Benedicto XIV, teniendo en cuenta que se daba culto a Carlomagno en varias iglesias locales y que durante seis siglos el Papado no se había opuesto al mismo, admitió su beatificación por equivalencia. Desde el siglo XII, la Santa Sede ha consentido el culto regional, intentando que quede reducido a Aquisgrán, siendo tolerado fuera de esta ciudad únicamente en las localidades suizas de Matten y Münster, por indulto especial de la Congregación Vaticana de Ritos.

¿Por qué se le considera "padre" de Europa?
Cathwulf, un monje anglosajón de la abadía de San Denis, en la carta exhortatoria que remitió a Carlomagno en 775, que es una especie de “espejo de príncipes”, lo calificó ya como “soberano de Europa”, o sea, soberano de todas las naciones cristianas de la Europa occidental. La expansión del reino de los francos había hecho coincidir prácticamente sus límites con los de la Cristiandad latina, lo que finalmente provocó que la noción geográfica Europa comenzara a tener un contenido político.

Y ese contenido político, ¿por qué fue cristiano y no otra cosa?
Su consejero y maestro Alcuin de York le persuadió de que el rey debía instaurar en la naciente Europa la Ciudad de Dios agustiniana, un reino de justicia y de paz que unificara este mundo con el otro, procurando no solo el bienestar de sus habitantes sino también su salvación eterna, y que sería gobernado por un davídico rey-sacerdote. Carlomagno cimentó la construcción europea en las comunes creencias cristianas, forjando una análoga identidad cultural en las naciones que gobernó.  De esta forma, el cristiano rey de los francos llegó a ser, también, el patriarca de la única Europa posible, la coincidente con la Cristiandad latina.

 
Alcuino en la corte de Carlomagno. La importancia del monje de York en el renacimiento cultural de la época y, sobre todo, en el designio político del emperador y en la entraña católica de imperio es difícilmente sobrevalorable.

Así que en los orígenes de Europa está un monje...
El rey de los francos era consciente de que su familia y su pueblo seguían siendo ignorantes, y su preocupación mayor era que los francos pudieran ser instruidos por buenos maestros que les enseñasen lo necesario para saber dirigir y guiar a las naciones de Europa occidental. Necesitaba encontrar en el extranjero a los mejores maestros y convencerlos de que fuesen a su reino a dirigir la escuela palatina. Le expuso a Adriano I esa necesidad y el Papa le recomendó a Alcuin de York.

¿Quién era?
Un diácono que se había formado en la famosa escuela episcopal de York con el arzobispo Egbert, que había sido discípulo de Beda el Venerable, y que se había convertido en un erudito y eficiente maestro.

Y Carlomagno le hizo el encargo, y Alcuin aceptó...
El maestro puso en marcha la escuela palatina, que no tenía una sede fija, pues era itinerante ya que seguía al rey en sus estancias por su diversos palacios. El ignorante rey comenzó un intenso aprendizaje pues su actividad escolar era tan intensa como todas sus actividades. Alcuin era un excelente pedagogo que sabía enseñar de una forma amena y atractiva, por lo que toda la familia real asistía gustosamente a las lecciones del maestro.

¿Sólo era para ellos?
Asistían a ella muchos alumnos, incluso los clérigos adscritos a la capilla real. Cuando llegaron los maestros procedentes de Britania y la escuela se dividió en los siete grados, comenzaron a incorporarse también otros alumnos, porque había bastantes solicitudes de hijos de nobles extranjeros o francos que no eran palatinos, pero que habían pedido al rey que permitiera a sus vástagos ser educados en la corte, que comenzaba a ser un foco irradiador de cultura, además de un centro de poder.

¿Cuándo dejó de ser itinerante este centro de formación?
La Academia palatina de Aquisgrán comenzó a funcionar a principios del año 795. Sus miembros formaban un círculo intelectual que en sus reuniones, además de hacer juegos literarios, practicaban placenteramente la retórica y la poesía.

Un auténtico foco de cultura...
La nueva república cristiana de los filósofos. Carlomagno fue el que hizo que se abriera para la historia del espíritu un nuevo capítulo consiguiendo que sabios francos, lombardos, visigodos, anglosajones e irlandeses se acordaran en una obra común: el renacimiento carolingio, que fue tanto una misión política como una misión religiosa.

¿Puede decirse entonces que, si Carlomagno es el "creador" de Europa, Alcuin es su "ideólogo"?
Carlomagno, gracias a Alcuin, había descubierto su vocación: desde entonces su reinado tenía una meta trascendental, pues el Renacimiento carolingio constituyó el primer intento colectivo emprendido en la naciente Europa para remodelar toda una sociedad según un programa o un plan preestablecido. La influencia de Alcuin en Carlomagno aumentaba incesantemente y, cada vez más, el maestro se convertía en un consejero real, que orientaba sabiamente la acción político-religiosa del monarca.

¿Cuáles fueron los pilares de dicho plan?
En junio de 799 Alcuin de York dirigió a Carlomagno una carta en la que le decía: "En este momento la Iglesia de Cristo solo puede contar con vuestra protección; únicamente de vos espera la salud: de vos, vengador de los crímenes, guía de los que yerran, consolador de los afligidos, amparo de los buenos". En esa carta Alcuin realizó una admirable codificación del pensamiento político carolingio. Desde luego, el Imperio cristiano fue un concepto acuñado por los intelectuales carolingios encabezados por Alcuin.

¿No "se le subió a la cabeza" esa dignidad imperial, así justificada, a Carlomagno?
Cuando Carlomagno fue coronado emperador, su sentido de responsabilidad le llevó a reflexionar durante mucho tiempo sobre su misión imperial. Menos mal que Alcuin, el ángel salvador que Dios le concedió, le estaba iluminando y aconsejando en esa tarea: en el año 802 el maestro publicó un tratado titulado De Trinitate en el que concluyó que el nuevo Imperio cristiano debía inaugurar un periodo de paz y de justicia, en el que las naciones se iban a someter al emperador a quien Dios había dado el poder y se iban a unir en la fe católica, que es la única capaz de vivificar a la humanidad.

¿Por qué se habló entonces también de una dignidad "sacerdotal" del rey?
La realeza de Carlomagno, además de ser absoluta, era también sagrada porque había sido ungido por el papa Esteban II, en la abadía de San Denis. Y cuando Pablo el Diácono calificó a Carlomagno de rey-sacerdote y sabio gobernador de los cristianos quiso expresar la unidad existente entre su función real y su función sacerdotal, como un nuevo David. La realeza davídica es simultáneamente regia y sacerdotal porque el rey-sacerdote esgrime en su mano derecha la espada triunfal del poder mientras que en su boca resuenan las trompetas de la predicación católica.

¿Intervino mucho en el gobierno de la Iglesia?
Ya a mediados de su reinado, en el año 789, tras escuchar a sus sabios consejeros, dictó la Admonitio generalis, que estableció una reglamentación de la vida religiosa en su reino, como rector y defensor que era de la Iglesia franca, ejerciendo así su derecho a intervenir en asuntos relativos al fuero interno de los fieles que, hasta entonces, habían sido competencia exclusiva de la autoridad eclesiástica.

¿Y ésta no lo veía abusivo?
La Iglesia toleraba gustosamente esas injerencias en materia de fe porque Carlomagno respetaba escrupulosamente la doctrina más ortodoxa, fielmente basada en todo lo que contienen los Evangelios de nuestro Señor Jesucristo.
La actuación de Carlomagno como rector de la Cristiandad tenía precedentes históricos que confirmaban su docta actitud intervencionista en las cuestiones eclesiásticas. Y en 794 fue aclamado por los obispos reunidos en Frankfurt como “sacerdote y rey”: rey por el poder; sacerdote por el magisterio de la enseñanza.

¿Le veían también así los Papas?
El papa Adriano I escribió sobre él la siguiente laudatoria oración: “Señor, salva al rey y atiéndenos cuando te invocamos, porque un nuevo y muy cristiano emperador Constantino ha surgido en nuestro tiempo, el cual Dios se ha dignado dárselo a la Santa Iglesia de Pedro, el príncipe de los apóstoles”.

En el libro se ve cómo incluso los Estados Pontificios provienen de Carlomagno...
En abril de 774, el Papa Adriano I recibió en el Vaticano al rey de los francos y le recordó amablemente la promesa que su padre le hizo a Esteban II en el palacio de Ponthion hacía ya veinte años y seguidamente le preguntó, abiertamente, si él estaba dispuesto a mantener la donación de Pepin el Breve a la Santa Sede. Con el ánimo de complacer al Papa, Carlomagno ratificó la donación de Pepin. Ordenó a su notario Ithier que sacase una copia del texto de la donación de Pepin que había leído el Papa antes de depositar el original sobre el altar de San Pedro, que iría acompañado de un acta notarial de su ratificación de la Donación que, como testigos, también iban a rubricar los obispos, condes y abades que se hallaban presentes.

¿Qué ganó Carlomagno con ello?
Su título de “patricio de Roma” dejaba de ser algo honorífico y se convertía en una función, ya que le daba potestad indirecta sobre la Ciudad Eterna, porque el rey de los francos quedaba confirmado como protector y brazo armado secular del Papado, consolidando así la alianza entre el trono y el altar definitivamente.

¿Y el Papa?
Iba a ser el soberano de los dominios territoriales pontificios y no solamente el jefe espiritual de la Iglesia. Con la ratificación por el rey de los francos de la Donación de Pepín el Breve quedó formalizada la soberanía temporal del Papa sobre los denominados “Estados pontificios”.

sábado, 5 de abril de 2014

La época de Carlomagno

Se celebraron el 27 de enero pasado las 1.200 años de la muerte de Carlomagno, el gran emperador cristiano fundador de Europa.


Los árabes, que seguían avanzando, fueron derrotados en Poitiers (Francia) el año 732 por Carlos Martell, uno de los mayordomos de los reyes merovingios. A Carlos Martell lo siguió su hijo su hijo Pipino el Breve, a quien el papa Bonifiacio coronó y reconoció el derecho de sucesión para sus hijos. Los últimos merovingios fueron llamados reyes holgazanes, ya que rehusaron reinar y delegaron el oficio a los mayordomos, por eso Pipino se hizo coronar por el Papa, hecho único que demostraba que el Pontífice tenía poder de conferir autoridad, y a su vez el nuevo Papa, Zacarías, al verse amenazado por los longobardos, pidió ayuda a Pipino, con lo cual el beneficio fue mutuo. Éste, al frente de un ejército, bajó a Italia, los derrotó y entregó al Papa un territorio que incluía Ravena y otras ciudades. Era el año 756.
Con esta donación, nacen los Estados Pontificios que se mantendrán hasta el año 1870. El Papa es y aun soberano, pero dentro de la órbita del rey de los francos y se sitúa en una posición delicada frente al emperador de Constantinopla.


Coronado emperador por el Papa

Carlomagno prosigue la política de su padre, refuerza la unidad de Europa occidental, rechaza a los árabes en el norte de España y extiende su reino por el Este, convirtiendo por la fuerza a los sajones. Salió a la defensa del papa León III, apoyó a la Iglesia y con su fuerte personalidad ejerció enorme influencia sobre su época. De hecho, impone sus ideas al papado. Y el día de Navidad del año 800, el Papa le entrega la corona imperial en la basílica de San Pedro con la famosa dedicatoria: "A Carlo piísimo y augusto coronado por Dios, grande y pacífico emperador, vida y victoria".


Imperio carolingio

Nacía el Sacro Imperio, intento de continuación del antiguo Imperio Romano de Occidente, con sede en Aquisgrán. En este período se produce el llamado renacimiento carolingio, del que fue artífice, junto al soberano, una selecta minoría de eclesiásticos versados en letras sagradas y profanas, y de procedencia muy diversa. Esta diversidad acreditaba la amplia capacidad integradora de hombres y de pueblos característica de la obra carolingia. Entre ellos hay que nombrar al inglés Alcuino de York, el más ilustre de todos, creador y director de la escuela palatina. También sobresalieron el visigodo Teodulfo de Orleáns, el germano Eginardo, biógrafo de Carlomagno y más tarde, Agobardo de Lyon, Rabano Mauro, Jonás de Orleáns, etc.

Estilo de gobierno

Carlomagno hizo de la propagación de la fe y de la civilización cristiana el principio rector de su acción política. Por ello, sin distinguir entre el ámbito de lo espiritual y de lo temporal, consideró como misión suya cuanto podía redundar en provecho de la Iglesia y de la cristiandad. Intervino en cuestiones que afectaban al dogma, como la condena del adopcionismo, que Elipando, arzobispo mozárabe de Toledo, defendía. Según esta herejía, Cristo en cuanto hombre, era solo hijo "adoptivo" del Padre.
La cuestión del culto de las imágenes, tan viva en el Imperio Bizantino, fue también tratada en el cocilio de Frankfort y motivó la redacción, a instancias de Carlomagno, de los llamados Libros Carolinos. En fin, la introducción en el Credo de la expresión Filioque, originaria de la Iglesia Visigótica, hecha por orden de Carlomagno, es una prueba más de su preocupación por la defensa de la doctrina ortodoxa. 

Francia, hija primogénita de la Iglesia

El emperador, pues, se convertía en protector y garante de la incolumidad y de los intereses del Papa y de la Iglesia. Por otra parte, el Pontífice otorgó a Francia el título de "hija Primogénita de la Iglesia". El gran designio de Carlomagno fue desarrollar una auténtica "política cristiana", que abarcase toda la extensión de sus dominio y todos los aspectos de la vida de sus súbditos. Carlomagno estaba profundamente penetrado por el sentimiento de la gran misión que le tocaba cumplir en el mundo. La Ciudad de Dios, de San Agustín, era su libro preferido, el que inspiraba su filosofía política, y él mismo se consideraba como instrumento de Dios para poner por obra los disignios divinos sobre la Iglesia y la Cristiandad.

Roma y Constantinopla

Estos hechos tuvieron una contrapartida; ahondaban más la división que desde hacía tiempo se venía dando entre Roma y Constantinopla, tanto en el orden doctrinal como disciplinar. Y es que Constantinopla consideró a Carlomagno como un usurpador del título imperial. Durante varios siglos el único emperador había sido el de Constantinopla, que era coronado por el patriarca de esa ciudad y a su vez se entrometía en los asuntos de la Iglesia en Oriente. Ahora en Occidente surge el Sacro Imperio Romano, cuyas dos autoridades son el Papa y el emperador. Podemos decir que con Carlomagno se restablece el imperio en Occidente y que la Iglesia de Roma cuenta con un apoyo político y militar para su obra religiosa. Más aún, con la donación de Pipino y el apoyo de Carlomagno, el Papa cuenta con sus propios territorios, los Estados Pontificios o Patrimonium Petri.

Resumiendo


  • Carlomagno reforma la Iglesia franca, escoge juiciosamente a los obispos, que considera como altos funcionarios. Para el clero secular, favorece la fundación de comunidades de canónigos. Restablece la elección del abad por los mismo monjes.
  • Introduce e impone los libros de la liturgia romana. Pero dicha liturgia para los fieles que no comprendían el latín se convierte en algo misterioso y sagrada. El pan natural es sustituido por el pan ázimo.
  • Es también el iniciador de una renovación intelectual. En su corte reúne a los grandes talentos de su tiempo, la mayor parte monjes. Se intenta restaurar el latín clásico, el estudio de la Escritura, de los Padres y de la liturgia. Talleres de copistas ofrecen numerosos manuscritos, importantes por su hermosa caligrafía y sus ricas miniaturas. Esta renovación produce sus frutos a comienzos del siglo IX. Se fundaron las escuelas palatinas que hicieron renacer la cultura y el arte. El monje anglosajón Alcuino será el principal promotor de la renovación, desde la corte del emperador. 

Expansión del Evangelio

La época carolingia no fue tan solo un período de reforma eclesiástica y de promoción espiritual de los pueblos ya cristianizados. Fue también una época de expansión misionera entre las tribus germánicas que todavía permanecía paganas.
En el siglo VII los intrépidos misioneros celtas habían sido los principales agentes de penetración cristiana entre los pueblos del centro de Europa. En el siglo VIII fueron misiones anglosajones los que recogieron la antorcha y prosiguieron la evangelización de la Germania pagana.
En esta tarea contaron siempre con el valioso apoyo de los mayordomos del palacio y luego de los reyes carolingios. Así el monje inglés Wilibrordo trabajó durante muchos años con buen fruto entre los frisios y fue su primer arzobispo con sede en Utrecht; por tanto desde Holanda a Dinamarca sembró la semilla del Evangelio. Su obra fue continuada por otro misionero inglés, Winifrido, más conocido por el nombre de Bonificio, que sin duda puede considerarse como el gran apóstol de Germania. Para consolidar su obra fundó monasterios, el más famoso de los cuales fue el de Fulda. El Papa Gregorio III le concedió poderes para erigir diócesis y nombrar obispos.
Solo quedaban por evangelizar los sajones del duque Windukindo. Le tocó a Carlomagno promoverlo, pues ya Bonifacio había muerto. Y con la conversión de los sajones llegaba a su término el proceso de cristianización de los germanos, si se exceptúa a los pueblos escandinavos. La misión nórdica le tocaría a Ludovico Pío, en el año 822, junto con el monje Anscario de Corbie.


domingo, 30 de marzo de 2014

Una oportunidad histórica

Los bárbaros eran pueblos rurales o nómades que carecían de literatura escrita y apenas conocían la organización política, más allá de la lealtad debida al jefe. De acuerdo con algunas teorías etimológicas , lo único que los romanos lograban entender de las diversas lenguas de estas tribus era "bar, bar, bar", de ahí el nombre de bárbaros.
Éstos eran pueblos guerreros que asombraban a los romanos por sus costumbres y conductas salvajes. En palabras de Christopher Dawson: "La Iglesia hubo de asumir la tarea de introducir la ley del Evangelio y la ética del Sermón de la Montaña entre gentes para quienes el homicidio era la más honrosa de las ocupaciones y la venganza era sinónimo de justicia".
Fue así como, llegado el ocaso de los merovingios, la Iglesia facilitó la transferencia pacífica del poder a los carolingios, con quienes trabajaría estrechamente en los años venideros a fin de restaurar los valores de la vida civilizada. Bajo la influencia de la Iglesia, este pueblo bárbaro se transformó en constructor en constructor de la civilización. Carlomagno (aproximadamente 768-814), acaso el más famoso de los francos, pasó a ser la encarnación de este ideal. Según explica el historiador Joshep Lynch: "La escritura, la copia de libros, el arte, las obras arquitectónicas y el pensamiento de los hombres educados en la catedral y en las escuelas monásticas propiciaron un importante cambio cualitativo y cuantitativo de la vida intelectual" (Josph H. Lynch, The Medieval Church: A Brief History, Longman, Londres, 1992, p. 89).
El resultado de este aliento de la educación y de las artes es lo que se conoce como el Renacimiento Carolingio, que abarcó desde el reino de Carlomagno hasta el de su hijo, Luis el Piadoso (aproximadamente 814-840). La correcta enseñanza de la gramática latina al pueblo germánico -una destreza difícil de adquirir en los inciertos siglos VI y VII- constituyó una de las piezas claves del Renacimiento Carolingio. El conocimiento del latín permitía el estudio tanto de los Padres de la Iglesia Latina como del mundo de la Antigüedad Clásica. A decir verdad, las copias más antiguas de la literatura romana que han llegado hasta nosotros datan del siglo IX, momentos en que los intelectuales carolingios las rescataron del olvido. "La gente no siempre es consciente -dice Kenneth Clark- de que actualmente sólo existen tres o cuatro manuscritos antiguos de autores latinos: todo nuestro conocimiento de la literatura antigua es debido a la labor de recopilación y transcripción iniciada durante el reinado de Carlomagno, y casi la totalidad de los textos clásicos que lograron sobrevivir hasta la actualidad" (Kenneth Clark, Civilisation, Alianza Editorial, Madrid 1919).
Al recordar, en este año, los 1200 años de la muerte de Carlomagno la Iglesia tiene hoy el mismo cometido evangelizador y también civilizador de una cultura en crisis económica, demográfica, antropológica, etc.
Recordar el pasado no es solamente una labor arqueológica, sino acudir a una fuente de experiencia para de esa forma sacar lecciones a fin de programar el futuro.
Por eso es muy útil deparar que el paganismo rechazó y persiguió a los cristianos y hoy vivimos una nueva expresión de un paganismo revivido desde el Renacimiento. Las leyes anti vida y anti familia han llevado a una confrontación entre el Evangelio y la cultura.
Históricamente tanto el judaísmo, que incomprendió a Cristo y a los cristianos, y el paganismo, que persiguió cruelmente a la Iglesia, no se dejaron tocar por la luz de Cristo. Pero la debilidad de sus estructuras y la crisis posterior facilitó el emerger de los pueblos bárbaros, y estos sí recibieron el Evangelio como vemos en Carlomagno. ¿Hoy los nuevos bárbaros recibirán el Evangelio bajo la propuesta de una nueva evangelización, o generarán un proceso de retroceso al irremediable salvajismo? La historia lo dirá, y siempre esta estará supeditado a la acción de los cristiano.  

miércoles, 20 de marzo de 2013

Última Audiencia de Benedicto XVI


Último Ángelus de Benedicto XVI

Queridos hermanos y hermanas:
En el segundo domingo de Cuaresma la Liturgia nos presenta siempre el Evangelio de la Transfiguración del Señor. El evangelista Lucas resalta de modo particular el hecho de que Jesús se transfiguró mientras oraba: la suya es una experiencia profunda de relación con el Padre durante una especie de retiro espiritual que Jesús vive en un monte alto en compañía de Pedro, Santiago y Juan, los tres discípulos siempre presentes en los momentos de la manifestación divina del Maestro (Lc 5, 10; 8, 51; 9, 28).
El Señor, que poco antes había preanunciado su muerte y resurrección (9, 22), ofrece a los discípulos un anticipo de su gloria. Y también en la Transfiguración, como en el bautismo, resuena la voz del Padre celestial: "Éste es mi Hijo, mi Elegido; escúchenlo" (9, 35).
Además, la presencia de Moisés y Elías, que representan la Ley y los Profetas de la antigua Alianza, es sumamente significativa: toda la historia de la Alianza está orientada hacia Él, hacia Cristo, quien realiza un nuevo "éxodo" (9, 31), no hacia la tierra prometida como en tiempos de Moisés, sino hacia el Cielo.
La intervención de Pedro: "¡Maestro, qué bello es estar aquí!" (9, 33) representa el intento imposible de demorar tal experiencia mística. Comenta San Agustín: "[Pedro]… en el monte… tenía a Cristo como alimento del alma. ¿Por qué habría tenido que descender para regresar a las fatigas y a los dolores, mientras allá arriba estaba lleno de sentimientos de santo amor hacia Dios que le inspiraban, por tanto, una santa conducta?" (Discurso 78, 3).
Meditando este pasaje del Evangelio, podemos aprender una enseñanza muy importante. Ante todo, la primacía de la oración, sin la cual todo el empeño del apostolado y de la caridad se reduce a activismo. En la Cuaresma aprendemos a dar el justo tiempo a la oración, personal y comunitaria, que da trascendencia a nuestra vida espiritual.
Además, la oración no es aislarse del mundo y de sus contradicciones, como en el Tabor habría querido hacer Pedro, sino que la oración reconduce al camino, a la acción. "La existencia cristiana –he escrito en el Mensaje para esta Cuaresma– consiste en un continuo subir al monte del encuentro con Dios para después volver a bajar, trayendo el amor y la fuerza que derivan de éste, a fin de servir a nuestros hermanos y hermanas con el mismo amor de Dios " (n. 3).
Queridos hermanos y hermanas, esta Palabra de Dios la siento de modo particular dirigida a mí, en este momento de mi vida. El Señor me llama a "subir al monte", a dedicarme aún más a la oración y a la meditación.
Pero esto no significa abandonar a la Iglesia, es más, si Dios me pide esto es precisamente para que yo pueda seguir sirviéndola con la misma entrega y el mismo amor con que lo he hecho hasta ahora, pero de modo más apto a mi edad y a mis fuerzas. Invoquemos la intercesión de la Virgen María, que ella nos ayude a todos a seguir siempre al Señor Jesús, en la oración y en la caridad activa.